• Una definición sencilla de Internet de las Cosas (Internet of Things o IoT por sus siglas en inglés) es la conexión de objetos como máquinas computarizadas, dispositivos, equipos e incluso electrodomésticos con sensores conectados vía internet.

• Muchas de estas máquinas no tienen monitores o pantallas táctiles que permitan manipularlos, lo que se traduce en que sean llamados “dispositivos descabezados”.

• Más allá de la conectividad, otras de las claves de IoT es que es posible realizar extracción y análisis de datos casi en tiempo real, especialmente en las soluciones de Big Data que recurren a dispositivos y aplicaciones de IoT, la cual consiste en la combinación de datos de muchas fuentes diversas capaces de generar conocimiento y realizar interacciones entre ellas u otros sistemas.

• A pesar de que en la industria minera hace años que se utilizan tecnologías con métodos muy similares a lo que hoy se conoce como Internet de las Cosas; como los Controladores Lógicos Programables (PLC, por su siglas en inglés) o el software de Supervisión, Control y Adquisición de Datos (SCADA), cuya complejidad no es menor, estas no fueron diseñadas para comunicarse con otros sistemas o entre sí mismos dentro de un sistema integrado mayor. Si uno necesita extraer datos de dichos sistemas cerrados, debe crear un programa propietario especial para lograrlo. Pero lo que está ocurriendo con el mercado gracias a la IoT es que estamos viendo la formación de servicios web y estándares abiertos para equipamiento industrial y de comunicaciones.

• Un aspecto esencial de la IoT es la conectividad, la gran cantidad de datos y la capacidad de hacer análisis complejos con estos. Las operaciones de muchas compañías mineras abarcan un enorme ciclo que va desde la cantera hasta el puerto, y en ocasiones incluso más allá. Utilizan todo tipo de maquinarias y tienen recursos humanos con diversas necesidades y realidades, desde personas que trabajan en condiciones extremas a cientos de metros de profundidad bajo tierra hasta quienes trabajan en cómodas oficinas con aire acondicionado. Los beneficios que obtienen las empresas mineras que son capaces de conectar todo (desde las personas hasta las más complejas maquinarias, pasando por los dispositivos y recursos) y de generar y analizar datos de todo tipo (estructurados y los que no lo son) son enormes. Un ejemplo son los Sistemas de Predicción de Fallas de equipos mineros, que además de generar importantes ahorros en la mantención de estos, mejoran la disponibilidad de los mismos con el positivo impacto en la continuidad operativa y permiten contar con mayores estándares de seguridad en la faena
• Las preguntas más importantes que las empresas deben hacerse tienen relación con si la IoT puede proveer equipamiento para que los mineros sean mejores operadores de la mina, ayudar a superar los principales desafíos y apoyarlas en su transición hacia una nueva era de maximización de la producción, un aspecto clave para minimizar el impacto que la volatilidad del precio de los metales en los mercados internacionales ha generado. Frente a estas interrogantes la respuesta es un sí rotundo, ya que la Internet of Things es capaz de proveer estos y muchos otros servicios y aplicaciones, incluidos muchos que todavía no diseñamos.

El objeto con el que trabajan las tecnologías de la información son los datos. Sin datos no hay computación. Los principales progresos en las TI han estado siempre acompañados de avances en la capacidad de procesamiento de datos.

Tal es el caso de Big Data, que es el nombre que se ha dado a las técnicas y herramientas que permiten procesar y analizar de forma única datos con gran volumen, variedad, velocidad,o cualquier atributo que desafíe a los sistemas tradicionales de cómputo o al negocio.

El volumen de datos que generamos ha tenido y tendrá un crecimiento exponencial. Se calcula que el total de datos generados desde los inicios de la civilización hasta nuestros días no será más del 3% de los que habrá a fines de la década; cada segundo producimos tres veces el equivalente de datos almacenados en la colección de la Biblioteca del Congreso de los EEUU.

Adicionalmente, la complejidad de los datos ha crecido y seguirá creciendo, haciendo cada vez más difícil la tarea de almacenarlos, procesarlos y analizarlos con herramientas de cómputo tradicionales. Ahí están los variados posteos en las redes sociales, los datos que generan distintos tipos de sensores , las imágenes, los videos, y muchos otros contenidos que están generando las millones de organizaciones y las miles de millones de personas que están llamando, tuiteando, posteando, clickeando, whatsappeando, enviando SMS, e interactuando de una u otra manera en la red global de comunicaciones

Hace mucho tiempo que los gobiernos y grandes empresas latinoamericanas, con el apoyo de empresas como CAPACITASOFT, son capaces de almacenar, procesar, administrar y analizar muchos datos, mediante tecnologías de almacenamiento masivo, bases de datos relacionales, sistemas de información y soluciones de inteligencia de negocios. La novedad que aporta Big Data son las técnicas y algoritmos que permiten, en tiempos razonables, obtener información útil de los voluminosos, rápidos y variados datos que pensábamos que a lo sumo servirían para auditorías. Esas técnicas nos permiten, entre otras cosas, hacer procesamiento paralelo y distribuido en muchos servidores, con el objetivo de hacer más eficiente y rápido el análisis de la información disponible, lo que no es posible bajo el marco de los métodos habituales

Las técnicas son variadas y algunas más complejas que otras. No por nada los expertos en soluciones de Big Data dejaron de llamarse “mineros” (Data Miners) y pasaron a llamarse “científicos” (Data Scientists), pues deben ser capaces de integrar variadas fuentes de datos, las que deben comparar, analizar y utilizar como la base para predecir y/o proyectar escenarios posibles, hacer recomendaciones a clientes y/o usuarios, hacer búsquedas complejas, analizar estados de ánimo, realizar simulaciones, entre otras acciones.

Ahí, en la posibilidad de obtener conocimiento donde otros verían solo bytes, radica el valor de las soluciones de Big Data. Las herramientas están disponibles; los datos que generan nuestros clientes, prospectos, proveedores y colaboradores están disponibles; los expertos están disponibles; la pregunta es si vamos a hacer algo con ellos, ¿o esperaremos a que nuestra competencia lo haga primero? En CAPACITASOFT lo invitamos a conversar y buscar juntos la mejor alternativa de Big Data para potenciar su negocio.